Inauguro con este post una sección que es una de las razones de ser de este blog, y que consiste en responder o darle la vuelta a algunos de los "razonamientos" homófobos más comunes. Con el tiempo, me he dado cuenta de que son siempre los mismos, los repiten como consignas prefabricadas que la mayoría repiten sin pensar siquiera (es cómodo tener una herramienta dialéctica para justificar su odio y sus prejuicios) y, en general, son muy fáciles de desmontar.

Tópico homófobo #1 : "Lo que los homosexuales pretenden al reclamar visibilidad es poder hacer sus cochinadas en público"

Evidentemente, la cochinada está en el ojo de quien la mira. Jamás comprendí eso de que a una persona le pueda dar asco, o rechazo, ver como dos personas se besan o se dan muestras de afecto. De hecho, creo que muchas veces más que rechazo real esta pose es algo social, aprendido. Afirmando que les da asco, piensan que se reafirman en su heterosexualidad y que queda claro lo muy machotes que son. ¿A qué persona en su sano juicio puede darle asco un beso?

Un tópico que aparece una otra vez es el de la ostentación. Algunos, que pretenden ser condescendientes, perdonavidas, nos piden discrección y que hagamos lo que queramos, pero en nuestras casas.

Las personas más simples, los borregos que simplemente repiten las consignas que les llegan desde arriba, no se dan cuenta de que donde ellos ven ostentación nosotros vemos normalidad. La sexualidad de una persona es un hecho público y social: los heterosexuales presumen de sus conquistas (novias, parejas o rollos de una noche), hablan de ellas, y sobre todo van a reuniones sociales con ellas y si hace falta les dan un beso en público (y a veces algo más). Lo que queremos las personas homosexuales es poder hacer lo mismo. No tener que ir solos a una cena de empresa o de compañeros de clase, poder hablar de tu vida sentimental en público, ¡o no hacerlo!, simplemente no tener que dar más explicaciones cuando nos pregunten que por qué no tenemos novia, en el caso de un chico, por ejemplo.

Pero hay algo más: hay personas inteligentes que saben que el último obstáculo para obtener la normalidad y aceptación social es la visibilidad. Por eso ponen todo su empeño en acusarnos con el dedo de ostentar, o querer llamar la atención. Es una forma como otra cualquiera de señalarnos con el dedo, que al fin de cuentas es lo que han hecho siempre.

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