Son días de mucho ajetreo para ti, con esas misas tan cansadas que tendrías que hacer a medianoche pero adelantas, no vaya a ser que te fatigues. Son días de paz y amor universales, y sinceramente pensaba que tendrías algo de amor y buen rollo para nosotros también. Pero no, tú de eso no gastas. Ya empezaste temprano, caldeando ánimos hace unos pocos días, sabiendo que tienes a tus ovejas bien dispuestas a escuchar y repetir la primera gilipollez que quieras decirles. Te repites mucho, bueno, os repetís mucho, y ahora os ha dado por aquello de "un padre y una madre".




Pero está claro que no todo el trabajo lo haces tú solito. Para eso tienes la mejor red de corresponsales y oficinas en todo el mundo que jamás haya tenido multinacional alguna. Por algo sois la más antigua que existe en funcionamiento. Susan, en serio, ¿cómo lo haces? ¿De dónde sacas a esta gente? ¿El semen se les sube a la cabeza a base de reprimirse las pajas? ¿Les causa lesiones cerebrales irreversibles tener que estudiar historia sagrada? ¿Cómo hacen para decir semejantes sandeces como esta y quedarse tan anchos?

La Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual

El animalito que ha dicho esta bobada es el obispo de Córdoba, y uno diría que una persona de su formación y su cultura (porque son gente muy leída y muy estudiada, eso no lo niega nadie, otra cosa sea que utilicen esa formación para mentir descaradamente y hacer el mak) podría saber al menos lo que es la Unesco.

No, Demetrio, no. La Unesco no homosepsualiza. Se ve que has estado leyendo a Rafapal pero no has entendido bien sus teorías fantásticas de malvados alienígenas que pretenden convertir en maricones a los terrestres. Las oficinas del lobby gay las administra la ONUSIDA, que son más perversos porque reparten condones. Eso sí, para lo poco que llevamos de año, tienes el mérito de haber ganado muchos puntos como gilipollas del 2011. Eso sí, no te me duermas en los laureles, los éxitos hay que saber mantenerlos.

Pero está claro que no solo en España tienes tus payasitos contando chistes. Eres como un director de pista de un circo colosal, ahí tienes a tus empleados aullando histéricos en Nicaragua  o en Australia, previniéndonos (sic) del gran peligro que es el matrimonio igualitario. Mientras un público entusiasmado aplaude a tus grandes monologuistas, esos que sueltan perlas como que hay más maltrato fuera de la familia clásica. O eso, o es que en realidad seguís haciendo lo que mejor sabéis hacer, que es vender.

Y, por supuesto, la gran traca final, esa que dais todos los años en Madrid por estas fechas, la gran fiesta del Orgullo Homófobo, del odio y de la intransigencia religiosa. Aunque ya parecen flaquear las fuerzas de los asistentes, o debe faltar presupuesto para llenar autobuses con alumnos de colegios religiosos; si no, no entiendo esta nueva técnica de marketing, nada nueva por otro lado, de utilizar la amenza del infierno para motivar la visita.

Pero, ¿sabes qué? En el fondo, quisiera ser como tú. Me gustaría que, rozando ya la senectud, vengan a bailar ante mi maromos venidos del este y que se quiten la camisa. Bueno, la camisa y algo más, mientras yo los observo sin hacer una mueca y a mi alrededor una horda de mariliendres (eso es lo que son esas dulces monjitas, beatas y sumisas) babean como perras en celo. Pobrecitas mías, seguramente no habrán visto nada más sexual en muchas décadas.



Ahora en serio, ¿cómo lo haces? ¿Cómo haces para que estos saltimbanquis o acróbatas, como los bufones y faquires medievales, vayan al palacio papal a rendir pleitesía a la curia mientras le divierten un rato y que encima se consideren muy honrados por poder hacerlo?

Y lo peor es que todo esto debería darme igual, de hecho bien podría darme igual  y pasar de todo, dejarlo como los últimos fogonazos de un viejo ignorante que no tiene nada mejor que hacer que joder a los demás y los cuatro pelagatos que le ríen las gracias. Podría congratularme pensando que, afortunadamente, el mundo va en otra dirección. El problema es que no me quedo tranquilo pensando que en España tenemos un PPartido que no hace más que actuar como un auténtico partido de la sacristía y que ya ha dejado las cosas bastante claras, por mucho que intente jugar a vivir en Equidistán. Cosa que, por otro lado, hace bastante mal, saltando a la mínima de cambio cuando se ponen en juego tus intereses en esta tierra de cruzada. Basta el ejemplo de Barcelona: yo pensaba que la Iglesia estaba ahí para luchar a brazo partido contra la desigualdad y la discriminación, pero claro, comprendo hasta cierto punto que os incomode que os recuerden que la mayor parte de esa discriminación es por las "enseñanzas" que transmitís.

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