Bueno, me ha quedado un titular que parece sacado de Aciprensa o de una web de esas ridículas, pero dándole la vuelta a la tortilla. El caso es que es exactamente así. Me acabo de enterar del caso de Louis J Marinelli, conservador republicano que hasta hace poco militaba en el NOM (National Organization for Marriage), una de las principales organizaciones homófobas de los EEUU, muy activa y en la que se inspira en España Hazte Oír para sus campañas. NOM es la autora, por ejemplo, de este asqueroso vídeo en el que se compara el matrimonio entre parejas del mismo sexo con una amenazadora tormenta, y del que se han hecho ya multitud de respuestas y parodias como esta:



Louis Marinelli no era un activista cualquiera, de hecho era el responsable de su campaña itinerante y también trabajaba en las redes sociales para el lobby cristofascista; hasta que se hartó, simplemente, de ser el altavoz de una asociación cuyos miembros viven en la mentira y solo saben transmitir un mensaje de odio: Esto es lo que escribió en la página de Facebook del NOM:

Ya se trate de una cuestión de incredulidad, pena o vergüenza, lo único que es seguro es que he llegado a este punto después de varios meses de un conflicto interno conmigo mismo. Ese conflicto fue creciendo en mí hasta hace poco, cuando pude por primera vez simplemente admitir que en realidad estoy a favor del matrimonio civil igualitario.

     Principalmente, me revolvió completamente el hecho de que [la página contra el matrimonio gay que había creado en Facebook] se había convertido en un lugar de odio. Mis comentarios y argumentos no eran nada en comparación con lo que ese lugar se había convertido. Empecé a entender por qué la comunidad gay opina que no hay nada más que odio entre los opositores al matrimonio civil entre personas del mismo sexo.

     Pronto me di cuenta que estaba rodeado de personas llenas de odio. Una vez que se entiende la gran diferencia entre matrimonio civil y el matrimonio religioso, no hay ni  una sola razón válida para prohibir el primero para parejas del mismo sexo,y todo lo que queda por proteger es el segundo. De hecho, los cristianos y los católicos tienen derecho de   exigir que el santo matrimonio, un sacramento y el servicio prestado por la Iglesia y reconocidos por la Iglesia, sigue siendo entre un hombre y una mujer como su fe se dictan. Sin embargo, eso no tiene nada que ver con el matrimonio civil, realizado y reconocido por el Estado, de conformidad con la ley estatal. Mi nombre es Luis J. Marinelli, un conservador-republicano y ahora apoyo a la igualdad plena de matrimonio civil. Es lo mínimo que nos exige la Consitución.

El texto completo se puede leer en su página web. En definitiva, que la cosa se le fue de las manos al ver la clase de monstruitos de la que estaba rodeado. No deja de ser una buena noticia, y una prueba de que efectivamente la homofobia es un estado mental alterado del que una persona cabal puede salir con un poco de esfuerzo.

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