Es fácil que te beatifiquen ...




Sí, es bastante fácil. Al menos, si tienes un perfil populista, intolerante, misógino y homofobo como el de Juan Pablo II, el que será mañana beatificado en Roma para júbilo, alborozo y éxtasis místico de toda la panda cavernaria, especialmente crecida en los últimos años.

En realidad, la cosa es bastante simple. JP II se encargó, durante su mandato, de dotar de poder a los sectores más carcundios de la Iglesia, a la vez que se encargaba de silenciar o directamente anular a los más progresistas. Estos, crecidos, le pagaban el favor con una veneración que rozaba la idolatría. El ejercicio de mamapollismo mutuo no paró en todos los años en los que Juampi estuvo en el poder, hasta que Benedicto XVI inició de forma apresurada y urgente un proceso de beatificación bastante irregular (por lo temprano que se ha iniciado y porque será la primera vez en mucho tiempo que un papa no beatifica a su predecesor) , al parecer impelido por las muestras de fervor popular tras su muerte. Como siempre, la Iglesia alienta y potencia el fanatismo ciego, en vez de explicar a sus "fieles" que no había razón alguna para beatificar a ese señor, por muy bien que les cayese a los talibanes cristianos. En realidad, Benedicto XVI  no es más que un continuador ideológico del anterior, aunque en su juventud dicen que fue un teólogo interesante y con unas ideas progresistas que por lo visto ha perdido, así que no debe extrañarnos demasiado esta apresurada (e interesadísima) beatificación. 

Benedicto no es un papa popular y lo sabe; pesa, además, la imagen del anterior, que supo, con populismo y un buen manejo de los escenarios y de las multitudes, hacerse la imagen de un simpático abuelillo, siempre sonriente y de buen humor. Sabía caer bien y contentar a su público. Pocos miraban mucho más allá, y por eso escandalizan declaraciones de teólogos como Hans Küng que directamente hablan de un papa intolerante y autoritario

La Iglesia necesita fabricar "santos" a toda pastilla, ejemplares a los ojos de su público actual, cada vez más sectario y fanatizado y hambriento de un mensaje reaccionario. Eso, haciendo oídos sordos a la ocultación de los crímenes cometidos por ejemplo por el fundador de los legionarios de Cristo (otra de las facciones ultras que le deben tantos favores), entre otras lindezas que hizo en vida y que son todo lo contrario de lo que se espera de una persona de probada virtud.


En este documento podéis leer algunos de sus "logros" entre 1979 y 2005; es un resumen de un listado que circula en un monton de webs ultracatólicas y en el que destacan su ataque obsesivo contra la teología de la liberación, contra el ejercicio sacerdotal de la mujer, el aborto y los homosexuales. (A nadie sorprende  que lo que es jaleado por estos fanáticos sea precisamente lo más detestable de todo lo que ha hecho),




Por ejemplo, en esta cita del año 2000 y que no es más que el discurso hipocrita y victimista que la iglesia sostiene hoy en día.

La Santa Sede presionó al Gobierno italiano para que impidiera la celebración del llamado orgullo gay y, en particular, porque las autoridades impidieran la gran manifestación de los activistas homosexuales,  que maliciosamente difunden ideas que provocan confusión y sufrimiento entre la categoría de personas que falsamente pretenden representar. Al día siguiente, en el Ángelus, el Papa expresó su amargura por el insulto al Gran Jubileo del año 2000 y por la ofensa a los valores cristianos de una ciudad tan querida por los corazones de los católicos en todo el mundo.
 O esta otra, de 1999

La CDF prohíbe permanentemente, a la hermana Jeanninne Gramick y al P. Robert Nugent (los dos, religiosos estadounidenses) cualquier actividad pastoral en favor de las personas homosexuales, porque los dos, desde el inicio de su actividad pastoral en 1977, no han condenado la malicia intrínseca de los actos homosexuales y en repetidas ocasiones han puesto en discusión elementos centrales de la enseñanza de la Iglesia en la materia.

 También se atrevió, en 1995, a hablar de "democracia totalitaria" (¿les suena la sandez?) al hablar de los parlamentos que aprobaban leyes sobre el aborto:


 En la encíclica Evangelium Vitae, el Santo Padre llama “democracia totalitaria” a los parlamentos que aprueban leyes que permiten “la interrupción voluntaria del embarazo” (el aborto).

En 1986 publicó un ofensivo texto homófobo sobre los homosexuales:

Sale a la luz la Carta Pastoral Homosexualitatis problema que pone de relieve que la inclinación homosexual es objetivamente desordenada y que de ninguna manera puede ser moralmente aceptable el ejercicio de la sexualidad entre personas del mismo sexo.

Esta encíclica de  vergüenza, firmada por el actual papa Ratzinger, y 100% asumida por este wannabe-saint no tiene desperdicio aunque en realidad trata sobre la idoneidad de los candidatos homosexuales para el sacerdocio (peores píldoras homófobas hemos tenido que leer y escuchar de estos señores)

Penoso es también que los príncipes de esta España "asesidiada por el furor laicista" según los meapilas de siempre, encabecen la delegación española. Ya es triste que un país como España tenga que participar en esta bufonada, y más que lo haga al más alto nivel y acompañando a miserables como Mugabe.


1 comentarios:

O Fillo do Setestrelo dijo...

Santificar, o aun beatificar, al Karol es como enterrar en el Valle de los Caídos a Azaña: un sinsentido aberrante tanto en cuanto las condiciones que se habrían de dar en ambos los casos: de locos.
¿Hay fotos de los fanáticos que rezan en San Pedro que no sean alegres monjitas?... porque yo no he visto a nadie ahí que no tenga votos solemnes...

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