Alaska, del Pride se nos fue derechita a la caverna.



El otro día comentaba la hipocresía y la falta de espíritu crítico que había tanto entre la organización como los asistentes del Pride Barcelona al permitir que participaran, en calidad de divos superdivinos (o de eso van) Alaska y su marida   casadisimo esposo Mario Vaquerizo. Supongo que habría muchos extranjeros que no sabían quien era esa señora, y entre los demás ... bueno, unos pasarían absolutamente, unos cuantos marifachas estarían babeando y el resto pues alucinando con la dinosauria.

Pero es que ella es así, sobrevive, se adapta a los tiempos, e igual que nos vende las fotos de su casa en el "Hola" nos endilga un cutre-show en la MTV o se apunta como una moderna progre de esas a hablarle a los maricones en Barcelona, que oye ya se sabe que lo de Barcelona es como muy cool, muy europeo, y de paso en Madrid ni se enteran, ¡ todo son ventajas !

La foto no tiene desperdicio. Son imaginaciones mías, o la guapa moza posa junto al logo del Pride con algo asi como ... ¿duda? ¿la cara de asco que se te pone cuando dices para tí "que dirían mis amigos si me vieran"?


Y es que realmente debe ser verdad que le da igual lo que hagan y lo que digan unos y otros, porque al día siguiente del Pride se deja ver en una entrevista en La Gaceta y al otro en la Libertad Digital de su amigo Federico, ese que es, según ella, de lo más punk. Hombre, heavy es un rato, como los chicos del Gato al Agua. Esos chicos, por cierto, de los que ella dice no sentirse capaz de estar a la altura. Un bonito paseo que ha dado nuestra amiga Olvido por la caverna, en sendas entrevistas, eso sí, banas y superficiales, ausentes de todo tipo de contenido interesante, y por supuesto el tema LGTB ni tocarlo, no vaya a ser, ¡por Dios! ¡Cómo se va a hablar de esas cosas en ciertos medios! Bueno, hablar, se habla, pero siempre para mal.


Pero tranquila, Alaska, aun no has tocado fondo. Te falta poco, estás en camino, pero aun no has llegado a las máximas cotas de hipocresía. De momento, te gana Cospedania, esa Presidenta tan maravillosa, enorme mujer española que se disfraza con la mantilla y que defiende firmemente no sé qué familia tradicional. La defiende, sí, desde su condición de madre soltera y divorciada. Madre soltera y divorciada que encima se pasa por sus católicos ovarios las normas de la religión que dice defender y comulga (o le dejan comulgar). Pues eso, que te queda camino por recorrer. Estoy seguro de que si te pones, puedes.

Eso sí, andate con cuidadito. A los meapilas que ahora conforman tu público,de  hipocresia puedes darle la que quieras,de inconsistencia también, pero mucho ojito con guiños a lo gay, aunque sean tan absurdos como tu paso por Barcelona. Hay quien se toma muy a mal esas cosas, como esta señora que jura que ya no quiere saber nada de Marta Sánchez porque participará en el pregón de Chueca este año. (por cierto, debe ser que esta mujer en el año 2007 no tenía ni internet, ni siquiera un transistor a pilas para enterarse de que no será la primera vez que lo haga) De verdad que me gustaría saber qué pensarán de ti los lectores de La Gaceta. Me escuece la curiosidad.

Y volviendo a Alaska, ayer me dio un poco de rabia ver como, para ser la primera vez que teníamos una mini manifestación del orgullo LGBT en Vigo, entraba en el casco vello a ritmo triunfal del "A quien le importa" de esta cutrediva. Aunque yo prefiero pensar que es una canción que ha trascendido a su cantante, como buen icono que es, lo cierto es que a partir de ahora la prefiero en la versión de esta mujer que en coherencia y dignidad sobrepasa a Olvido unas cuantas veces.



1 comentarios:

Alvaro dijo...

Fantastico artículo, aun que yo creo que la cara es más de "Me acabo de tirar un pedo y me sigue apretando la faja"

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