¿Llamamiento al linchamiento?




Con un par de meses de retraso me entero de cierto detalle que acontence durante las rancias y nacionalistas celebraciones del Corpus Christi toledano y de la ira que el mismo le provoca a ciertos sectores residualmente minoritarios de esa ciudad.

Toledo se engalana durante su Corpus con cientos de banderas españolas y estandartes con la Sagrada Forma, símbolo de esa celebración. En el medio de esa casi general demostración de patriotismo y fe expuesto en los balcones y ventanas de la antaño Ciudad de las Tres Culturas, una azotea aparece año tras año embanderada no con la enseña nacional, sino con la bandera arcoiris LGTB.


Este acto de libertad, inconformismo y, ¿por qué no?, protesta es imposible de tolerar por los ultraminoritarios sectores sociales mentados más arriba. En un blog nacionalista español bastante leído, al que por principios no voy a enlazar, se comenta la sorpresa causada por que el alcalde de Toledo, del PSOE, no sólo acuda a la procesión del Corpus sino que haya jurado bandera en el patio de armas de la Academia de Infantería, en el acto de jura de bandera para personal civil. Lo que en principio era un post para expresar dicha sorpresa y no dar crédito a la sinceridad del alcalde, puesto que socialismo es lo mismo que anticristianismo para el autor del blog, se convierte al punto en un duro alegato contra el hecho de que ciertos vecinos osen colocar la bandera arcoiris cuando el resto de las casas están engalanadas con la bandera de España y el pendón con la Eucaristía.

Arriba, a la izquierda (como no…) podemos ver el arco iris que lucen los homosexuales como bandera. “Curiosamente”, todos los años, en fechas del Corpus Christi, los bujarrones la lucen en el balcón. Los hay que se sienten “locazas” todos los días del año, pero es que es llegar el Corpus…

Se asombra de que el hecho de que una casa (¡sólo una!) coloque la bandera arcoiris durante el Corpus no sea criticado por los grupos políticos, ya que es una gran ofensa para los católicos (para los católicos que son como él, habría que matizar):

Que yo recuerde, jamás he leído ninguna crítica del PSOE ni de ningún partido con representación municipal a esta acción ofensiva contra los católicos.


Para pasar ipso facto a lo verdaderamente grave del asunto: pedir, no tan veladamente, la intervención de grupos extremistas y ultraderechistas como FE-La Falange o Alternativa Española. Dado el historial reciente de esos dos partidos (especialmente el último), no hace falta insistir en el riesgo a que se exponen los que colocan dicha bandera arcoiris durante el Corpus.

Por eso, desde aquí quiero pedir que a este asunto se le de la máxima difusión posible, y no estaría nada mal que se hicieran eco del asunto FE-La Falange y Alternativa Española


Remata dando rienda suelta a su cerril e ignorante manera de entender las cosas y a su odio irracional:

Pero es que todos los años hacen lo mismo y ya va siendo hora de que dejen de creerse que por tener otras tendencias sexuales están en el derecho de despreciar a los demás.Al contrario que su asquerosa celebración anual, donde tan solo se reúnen “locas” y niñatos y niñatas “progres” sedientos de alcohol y drogas, el Corpus Christi es una tradición muy antigua y de un gran interés cultural.¿Y qué interés cultural tiene el “Orgullo”, al margen de ser un festival de ETS, drogas y degeneración?. La respuesta es muy sencilla: ¡ninguno!


Lo dicho. Una vez hecha la mencionada llamada, y concociendo el historial de ese ganado, ¿quién garantiza que el año que viene un tarado de AE, la Falange o cualquier otro grupúsculo no ponga en peligro la integridad de las personas que colocan la bandera arcoiris o de su casa? Me parece un asunto que no se debería subestimar. Quizás una de las respuestas, siempre desde la valentía, podría ser: "este año una bandera, pero para el próximo muchas más".

Nota: La fuente de la fotografía es el post del propio blog que estoy comentando y al que no voy a enlazar





"Convergais" y dos reflexiones que me provocaron



SAbido es que el activismo LGTB español está mayoritariamente posicionado en contra de aquellas asociaciones o colectivos LGTB con un ideario más o menos de derechas. Son criticados, por ejemplo, por prestar apoyo, público o tácito, a partidos que, como el PP, son hostiles -cuando no beligerantes- a varios de los logros irrenunciables para la mayoría del activismo LGTB patrio, vervigratia el matrimonio igualitario. Una de esas asociaciones, muy conocida, es acusada no ya de apoyar al Partido Popular, sino incluso de ser sus mamporreros en estos menesteres, habiendo quienes lleguen incluso a dudar de que las verdaderas intenciones de asociaciones como ésas sean realmente la defensa de los derechos de la comunidad LGTB.

Estos últimos días, el político conservador Josep Antoni Duran Lleida, candidato de CiU al Congreso, ha vuelto a estar en el candelero a cuenta de unas declaraciones que ya no eran nuevas: la homosexualidad puede ser tratada por los psicólogos y, por consiguiente, todos tienen derecho a acudir a ellos para curarse. Tan breve sentencia trae consigo dos conclusiones implícitas de una verdadera gravedad para la talla política del señor Duran: que la homosexualidad es una enfermedad (dado que se puede curar) y que deben existir clínicas y profesionales que la traten (dado que la gente tiene el derecho a curarse). Esta concepción de la homosexualidad no es que sea ya harto chirriante en la España contemporánea, sino que lo es si cabe aún más en la Cataluña que usa como senyera su modernidad y europeidad, a menudo contraponiéndola al atraso de otras regiones españolas, no sin un prurito de racismo.




Aun así, Convergais, la corriente gay del partido de Duran, muy lejos de cualquier sectarismo, reprendió en foro público las palabras de Duran Lleida, acusándolo de atentar contra su dignidad como personas. Se mostraron sorprendidos, molestos e incómodos con dichas palabras; visto que no es la primera vez que el señor Duran lanza palabras semejantes, que desde Convergais se muestren "sorprendidos" no deja de sorprenderme, pues conocen -supongo- muy bien el pensamiento de Duran (y el de la mayoría de las vacas sagradas de CiU, conservadores y defensores de la ideología de los burgueses catalanes nacionalistas y de derechas).

Paradójicamente en ese partido existen corrientes tan críticas como Convergais e incluso no deja de ser curioso comprobar como una destacada candidata de las listas de CiU, Mercé Pigem, haya expresado en Twitter que "Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) tiene las listas llenas de gays".

Mis dos reflexiones son bien sencillas:

-El sectarismo y falta de crítica hacia su partido de colectivos y homosexuales del Partido Popular o simpatizantes con él frente a la aparente asunción y crítica de los homosexuales y colectivos de CDC.

-Cuáles son los motivos que pueden explicar que colectivos LGTB u homosexuales individuales activistas o simplemente asumidos estén en partidos cuyas políticas se oponen a derechos fundamentales que son irrenunciables para toda persona LGTB. Se quejan los de Convergais de las palabras de Duran, pero apoyan y están dentro de un partido cuya ideología es ésa o muy semejante. Al final estamos ante el tan manido tópico de siempre: cómo un homosexual mínimamente comprometido puede militar o apoyar a un partido de ideología cristiano-conservadora.


¿O
s imagináis que un ídolo pop masculino sacara un hit cuyo estribillo fuera "I kissed a boy and I liked it"?


Como sabréis, desde el año 2008 se convirtió en un auténtico éxito global el tema I Kissed a Girl de Katy Perry y lógicamente no pasó nada, ni la acusaron de lesbiana ni fue menospreciada por dicha letra, ni siquiera en países donde la homofobia está a la orden del día.

Pensar en una superestrella del pop como ella pero de género masculino tipo Justin Timberlake cantando "I kissed a boy and I like it" sería poco menos que impensable. Las discográficas no lo permitirían. El público lo miraría raro; las burlas homofóbicas serían constantes y seguramente crueles.

Desengañémonos: La intención de Katy Perry no es ni reivindicativa ni tiene afán alguno de normalización de las chicas lesbianas. Esta hija de un pastor protestante tiene más bien con esta canción una intención puramente frívola (como el resto de su repertorio); me atrevería a decir incluso calientapollas. Perry no hace otra cosa que vender en sus canciones y estética la imagen de mujer-caramelo para los hombres, resaltando siempre con toda la frivolidad posible todo aquello que enciende los más primarios instintos sexuales del macho heterosexual, etre ellos, por supuesto, la imagen de dos tías montándoselo.


Y eso, y no otra cosa, es lo que Perry hace con ese hit global: calentar al macherío haciéndose pasar por una chiquilla inocente que, por probar, besó a otra chica y le acabó gustando,tanto que le hizo llegar a pensar en abandonar a su pareja (masculina, claro). Esa imagen de mujer-caramelo con afán erotizante del macho se puede ver, aparte de en el estribillo pseudolésbico, en otros versos de la canción:

Us girls we are so magical,
soft skin, red lips, so kissable.
Hard to resist, so touchable.

en teoría en referencia a lo que opina de las chicas tras haber besado a una, pero con la bien distinta intención que se ha expresado más arriba.

Es más, la canción destila un tufillo de homofobia en su conjunto, con frases recurrentes como que la atracción entre dos chicas no es lo que hacen las chicas buenas ni es cómo éstas deberían comportarse:

It's not what good girls do,
not how they should behave.

Porque claro, para Katy Perry, la hija del pastor educada como una victoriana, no lo olvidemos, las chicas buenas sólo pueden ser heterosexuales, y como tal tienen que comportarse. Eso sí, se describe la transgresión de esa norma porque eso pone a mil al machito heterosexual, y porner a mil al machito heterosexual es el fin último de la estética y las canciones de Perry: no solamente las chicas buenas transgreden las normas, sino que acaban besándose con otras chicas: todo con lo que el macho heterosexual fantasea. Es el muy manido recurso utilizado por muchas chicas heterosexuales que en las fiestas de las fraternities norteamericanas se lo montan entre ellas, a menudo borrachas, para calentar hasta el extremo al personal masculino hiperhormonado de esas fiestas universitarias.

A fin de cuentas, con dicha canción se está perpetuando el tópico de que "Guys kissing is gross, girls kissing is hot".


Es por todo eso, y más, por lo que no es vista con muy buenos ojos por los homosexuales más despiertos y críticos. Por ejemplo, su otro hit Ur so Gay (Eres tan gay) cae en montones de estereotipos y viejas bromitas sobre los homosexuales: ser gay equivale a ser menos hombre, y por lo tanto, el chico al que ella rechaza es tachado de gay por ser menos hombre; el el tópico de gay como cobarde y como antítesis de lo que le debe gustar a una mujer. Y sí, esa canción la canta la misma que dice haber disfrutado besando a otra chica en otra de sus canciones.

Independientemente de Katy Perry, la primera reflexión de esta serie de posts no es más que el tópico expresado arriba: "Guys kissing is gross, girls kissing is hot". En qué manera esto es cierto y cómo le afecta a la visibilización o normalización de las mujeres lesbianas lo veremos en sucesivas partes de este post.


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